domingo, 17 de marzo de 2019

Tren del Recuerdo

Cuando pienso en trenes, pienso en muchas cosas lindas:

Mi niñez, Europa y mi papá (obviamente como amante de ellos).
De niña solía subirme, no para viajar, sino por juego.

Mi papá trabajó muchos años en EFE (Empresa de Ferrocarriles del Estado),
así que pasamos varias veces junto a mis hermanos
 en la cabina del conductor, viendo como manejaban.

Luego de unos años, re-descubrí la magia de ellos en Escandinavia.
Primero en DK, viajando de un lado a otro, recorriendo todo el país, emocionándome con los paisajes
y las interminables conversaciones con personas muy importantes en este bello medio de transporte.

Después fue en Noruega, donde la ilusión no puede más.
No tengo muchas fotos porque para ese momento mi celular había muerto en el agua haha
pero recuerdo con demasiada claridad aquellos días de nieve, zigzagueando por bosques de pinos 
y una sensación mega hyggeligt en el ambiente.


Hace un par de días, casi a punto de entrar a la U.
-y resignada a que las vacaciones ya habían terminado-
 mi papá me sorprendió con esta invitación:
Viajar en el Tren del Recuerdo a San Antonio por el día.
Obviamente no pude resistirme!
 y el sábado 09 de marzo tomamos el tren en Estación Central a las 9:20 am.

Una vez que nos subimos, el personal da la Bienvenida, 
cuentan un poco de historia y datos interesantes.
Y enseguida comienzan repartiendo la comida (incluida en el precio): 
juguito en caja, barrita de cereal y un pancito de ave pimentón
(esto para el desayuno, y a la once también).

Lo loco fue que yo NO sabía que daban comida haha así que LLENÉ mi mochila
de mil cosas para comer chanchear
-obvio, si hay que disfrutar, disfrutemos bien jeje-
pero bueno, al menos guardé el pancito para el almuerzo.

Además de la comida que te dan y la que llevé,
otra cosilla mega bacán, es que a mitad del viaje se suben artesanos y emprendedores de la zona
para vender miel de abeja, empanadas, pan amasado, frutos secos, pastelitos y mil cositas más!
Una delicia por supuesto !
(les recomiendo llevar cash).


La primera parte del viaje no es la gran cosa,
pero ya cuando se pasa por Talagante los paisajes cambian a verde totalmente
y la magia empieza!

Dentro del tren, hay distintas zonas:
1. Salón - que es más como un bus con muuuuucho espacio
2. Primera clase - que obviamente es más carito
3. Super salón - que tiene sillones
4. Comedor - que parece el Titanic en versión tren jeje
*También hay un bar y vi una zona que decía "VIP" que tenía cine (muy innecesario según yo haha)

Y bueno, lo cool es que no importa que clase compres, puedes recorrer el tren completo
(y eso fue exactamente lo que hicimos :p).

¿Y a dónde vamos?
Bueno como dije, a San Antonio pero 
mediante una vía alternativa, muy distinta a la carretera.
Como dice en su pág. web:

"El recorrido contempla el paso por zonas tradicionales del campo chileno, la Cordillera de la Costa y la Cuesta Llolleo, donde el tren a través de cinco túneles avanza por el bosque nativo de la zona central, antes de llegar a San Antonio".



Una vez que llegamos a San Antonio, tenemos 4 hrs. aproximadamente libres por la ciudad.
Nosotros partimos recorriendo el puerto y el Paseo Ballemar,
viendo artesanías y caminando muuuucho haha.
Debo admitir que me hubiera encantado ir a Rocas de Santo Domingo,
pero sin auto y con tan poquito tiempo...
Pues nos quedamos en San Antonio para ir a visitar donde vivió mi papá parte de su juventud,
y también (por tan sólo $500) fuimos en un bus muy fancy rosado con amarillo 
a la Playa San Sebastián, muy tranqui y linda.




 

La vuelta fue lo más!
con la puesta de Sol, llenitos de summer vibes, un poco de arena, churros y más chanchería.
Llegamos mega cansados, pero la experiencia es increíble!

Aquí les dejo un pequeño videito que hice para recordar estos momentos:



y como dije en Instagram:

"Paisajes bellos y luz cálida en el tren, risas espontáneas con tu hermana, espacios de color ámbar iluminado, comida que te lleva devuelta a la niñez. Todo esto se explica con una palabra, cuya traducción exacta sólo existe en danés. También puede significar mirar bellos paisajes al atardecer, el cosquilleo de la brisa del mar en tu cuerpo, una profunda conversación bajo las estrellas. Y es que antes de vivir en Dinamarca no tenía idea que esta “afinidad profundamente arraigada de una auténtica conversación e intimidad” tenía nombre: HYGGE

Este concepto define lo cálido, lo ameno, lo acogedor, lo cómodo, lo que te hace sentir bien, pero que no es exactamente lo que acabo de nombrar 💬 Es fácil entender con ejemplos, pero difícil de explicar en palabras. Sin embargo, “simboliza el sentimiento de estar a gusto en un lugar con una atmósfera casi perfecta. Es una actitud total frente a los momentos que quieres recordar, la idea es sentirte en tu hogar lo más posible” (como he escrito en mi blog jeje). Y bueno, con todo esto quería llegar a que este viaje fue MEGA HYGGELIGT ✨".


Amo este tipo de experiencias y momentos.
Y me siento muy agradecida de que mi vida tenga tanto HYGGE

{GOOD VIBES}
Que tengan linda semana cachul@s!

Ps. Gracias por leer!




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